Las proteínas y grasas de los frutos oleaginosos se digieren con facilidad cuando se emulsionan y convierten en purés. Cuando los frutos secos no se trituran lo suficiente con los dientes, los jugos digestivos sólo pueden actuar sobre ellos de modo imperfecto, pasando al tubo digestivo sin digerir.

Se ha descubierto que la digestibilidad de los frutos oleaginosos aumenta en un 10% cuando se toma en forma de puré.

Hay que indicar que la mayoría de las mantecas comerciales se preparan con frutos tostados y muy salados, y el excesivo calor bajo el cual se tratan, desarrolla ácidos grasos libres. Estos frutos deben deshidratarse a temperaturas moderadas, o secarlos suavemente para hacerlos quebradizos, pero nunca asarlos.

Si se tuestan a temperaturas elevadas, se destruye la vitamina B que contienen la mayor parte de ellos. Lo mismo sucede con sus grasas insaturadas, tan importantes en la lucha y prevención del colesterol.

Los frutos oleaginosos son los alimentos naturales más concentrados y tienen un valor nutritivo más elevado que cualquier producto animal, excepto el queso. Las grasas en los purés de estos frutos se digieren con mucha mayor facilidad que las grasas animales, incluso la mantequilla, porque las grasas animales son grasas libres y no se mezclan con agua, mientras que las de los frutos oleaginosos sí se mezclan y forman una emulsión digerible.

Los frutos oleaginosos son notables no solo por la cantidad superior de su proteína, sino por su riqueza en cal, hierro, magnesio, bromo y otros elementos minerales. Proporcionan para un peso determinado, casi el doble de alimento que cualquier otro producto.

Teniendo en cuenta, además, que las semillas oleaginosas son perfectamente toleradas por los diabéticos, constituyen un elemento muy a tener en cuenta en confeccionar los menús para personas que sufren esta enfermedad.

Para que los purés de frutos secos tengan estas propiedades, deben realizarse de forma artesanal en molinos de piedra que realiza la molienda lentamente y en FRIO (No deben someterse a ningún proceso de tueste ni calentamiento). De este modo, sus propiedades nutritivas no se alteran en absoluto.

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