Se han buscado relaciones entre estos nutrientes y posibles beneficios en ámbitos tan dispares como la prevención del cáncer, la diabetes, la preeclampsia durante el embarazo, una mayor inmunidad o el control del peso corporal, entre muchas funciones esenciales para la vida.
Sin embargo, la evidencia científica no ha confirmado todavía los amplios efectos beneficiosos sobre la salud que se suponen al calcio y a la vitamina D.
Esta información proviene, a menudo, de estudios con resultados confusos y no concluyentes. La preocupación actual se centra, incluso, en los posibles efectos perjudiciales de un consumo excesivo ligado a la ingesta de suplementos vitamínicos y de minerales.