La sal que tomamos habitualmente se obtiene a partir de mares que, desgraciadamente, en la mayoría de los casos se encuentran deteriorados y contaminados, siendo su consumo elevado perjudicial para la salud, debido sobre todo a que es básicamente cloruro sódico que es un compuesto altamente agresivo y la causa hoy día de diversas patologías. Fuente ideal de pura energía natural.