Un plato de gambas proporciona el doble de colesterol que uno de mejillones y hasta tres veces más que uno de almejas
(Fuente: Eroski Consumer) El colesterol es uno de los grandes males que afectan a cientos de miles de personas. La alimentación es un factor crucial en la mayoría de los casos, tanto en la evolución del trastorno o, todo lo contrario, en la normalización de la hipercolesterolemia. En Navidad, el marisco es uno de los platos estrella de los menús. La composición de estos suculentos alimentos limita su consumo entre quienes padecen determinados trastornos, como las dislipemias.