La articulación tiene una serie de nutrientes estructurales. La glucosamina, ácido hialurónico, condroitina y MSM, son parte esencial de su composición y funcionamiento.
La glucosamina es un nutriente componente del cartílago. El ácido hialurónico es un polisacárido encontrado en el tejido conectivo.
El sulfato de condroitina, es un glicosaminoglicano, componente estructural del cartílagos, tendones y huesos y el MSM (metilsulfonilmetano) es azufre orgánico.
En las antiguas civilizaciones orientales, hombres sabios amantes de la naturaleza, que en su entorno es muy rica, practicaron concienzudamente el arte de curar, seleccionando y extrayendo de las plantas, substancias activas que les permitieron afrontar de forma eficaz la casi totalidad de las dolencias.
En India la resina del árbol boswellia serrata ha sido utilizada desde hace mucho tiempo en la medicina tradicional (aryuvedica) como anti-inflamatorio.
El harpagofito (harpagophytum procumbens) o garra del diablo tiene propiedades antiinflamatorias, analgésicas y antirreumáticas efectivas. Alivia los dolores musculares, artrosis, reumatismo, articulaciones, fibromalgias, gota y de contusiones.
La yuca filamentosa ha sido usada tradicionalmente como uno de los principales recursos de los indios nativos del sudoeste de Estados Unidos y el norte de México donde ya se usaba en la antigüedad el jugo de su raíz y sus tallos como laxante natural y como remedio para depurar el organismo o combatir el dolor.