(Fuente: Eroski Consumer) Entre todas las sustancias tenidas por afrodisiacas, solo el azafrán, el ginseng y la yohimbina parecen tener estos efectos
El afán por estimular el deseo y mejorar la potencia sexual ha sido una obsesión en todas las civilizaciones y religiones. Esperma de ballena, piel de sapo o escarabajos son supuestos afrodisíacos, cuyos efectos están más cerca del mito que de la realidad. Hasta la fecha, pocos estudios científicos avalaban la eficacia y la seguridad de estos productos. Un reciente estudio aporta información y analiza muchos de los afrodisiacos naturales, aunque los expertos avisan de que estas sustancias no están exentas de efectos indeseables.