Reforzar el sistema inmunitario y utilizar medios naturales con propiedades antivíricas puede ser una estrategia eficaz y en nuestras manos para prevenir una posible infección o para luchar contra el virus si es el caso.
Una alimentación basada en productos enteros y naturales, con presencia de 5 a 10 raciones diarias de frutas y hortalizas, la mitad de ellas frescas, permite el buen funcionamiento de los sistemas defensivos del organismo.
El descanso nocturno con suficiente sueño de calidad es imprescindible para mantener el número y la actividad de las células inmunitarias que detectan y eliminan los virus antes de que se conviertan en un problema.
El ejercicio físico es igualmente necesario. La actividad física fortalece la inmunidad, mejora la circulación y reduce la inflamación. Si no existe ninguna enfermedad que lo contraindique, la dosis mínima de ejercicio, incluso para las personas mayores, es de 30 minutos, tres días a la semana.