La planta del incienso pertenece a la familia de la Boswellia que está extendido por todo el mundo; así la tenemos en China la Boswellia Sacra, en Abisinia la Boswellia Papirifera, en la India la Boswelia Serrata y en Medio Oriente y en África del Norte la Boswelia Carterii.

Su aceite esencial es beneficioso para la salud por sus propiedades antisépticas, desinfectantes, astringentes y carminativas.

Su uso tópico ayuda a reducir cicatrices y lineas de expresión conviertiéndolo en un poderoso producto cosmético anti-envejecimiento y tonificante para pieles maduras, secas o envejecidas. 

También se emplea en bálsamos y linimentos para tratar las afecciones respiratorias.

Desde el origen de los tiempos el ser humano ha querido, de modo consciente o inconsciente, embellecer su entorno y su apariencia personal mediante la utilización de fragancias agradables siendo el incienso una de las más usadas.

1. Mantiene su aroma aunque pase el tiempo.
2. Mantiene la mente alerta y purifica el cuerpo y mente.
3. Nos acompaña en la soledad y trae paz en momentos de ajetreo y estrés.
4. Facilita la comunicación con lo trascendente.

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El uso del incienso data de la época bíblica y su origen pudo haber estado en Egipto, donde las resinas de árboles aromáticos eran importadas de las costas de Arabia y de Somalia para su empleo en las ceremonias religiosas.

Los faraones se servían de ellas para neutralizar olores desagradables, para ahuyentar a los demonios y para favorecer la presencia de los dioses.

Los babilonios empleaban el incienso durante sus oraciones y ofrecimientos y durante la adivinación de oráculos. Israel lo importaba en el siglo V a.C. para emplearlo en sus ofrendas religiosas. De allí se expandió a Grecia, Roma y la India, en donde tanto los practicantes del hinduismo como del budismo lo siguen utilizando en sus rituales y festivales.

Fue uno de los regalos que los Reyes Magos trajeron de Oriente para ofrecer al niño Jesús. Se usa en las ceremonias litúrgicas de la Iglesia Católica y la Ortodoxa.

Fue introducido en Japón en el siglo VI d.C. por monjes budistas, quienes usaban los aromas místicos en sus ritos de purificación; mas el delicado perfume del “Koh” (incienso japonés de alta calidad) se convirtió en una fuente de distracción y entretenimiento entre la nobleza de la corte imperial de la era “Heian” doscientos años más tarde.

Noticias / referencias

Fuente Healthday News (22/12/2011) La producción de incienso podría tener los días contados: Ecólogos de los Países Bajos y Etiopía también dijeron que los números de árboles podrían descender en 90 por ciento durante los próximos 50 años.

Si no se hace nada sobre las causas de este declive (el fuego, el pastoreo y los ataques de insectos), la producción de incienso podría tener los días contados, advierten.

Foto de Herbolario Allium