La sal del Mar Muerto, es el resultado de la cristalización de 43 sales minerales durante cientos de años. Están indicadas para baños relajantes del sistema nervioso, problemas de la piel (hongos, psoriasis), enfermedades de las articulaciones y reumatismo.
El Mar Muerto, situado a 400 metros bajo el nivel del mar, y con un agua diez veces más salada que la del océano, es el lago natural más salado del mundo, donde van a verter sus aguas el río Jordán y varios ríos más, algunos de ellos de aguas sulfurosas. Al estar completamente rodeado de montañas, el agua no tiene salida salvo la evaporación, dejando la sal tras de sí, un lago con 320 gramos de sales por litro y una capa de barro negro y viscoso, de gran valor cosmético, saturado de sustancias beneficiosas para la salud.
Desde la antigÁ¼edad, la importancia de las sales minerales del Mar Muerto y sus barros negros han sido muy reconocidos y apreciados.
Modo de empleo
Para baños relajantes, disolver 250 gramos de sales en agua caliente en la bañera. Bañarse durante 20 a 30 minutos y luego enjuagarse con agua normal.
Para problemas cutáneos de la cara o dolores en las articulaciones poner una compresa exprimida y muy caliente sumergida en una disolución de 100 gramos de sales.
Para hongos en los pies, diluir 100 gramos en un pequeño recipiente y sumergir la parte afectada.
Para personas con problemas cutáneos (psoriasis), diluir 250 gramos de sales en agua caliente, cuidando que todo el cuerpo quede cubierto y permanecer media hora. Este proceso se debe repetir durante 3 o 4 días seguidos. Después de este tiempo, se reducirá la cantidad de sales a 200 gramos durante 4 a 6 días más. Luego, bastará 180 gramos cada dos días durante una semana y al final hacerlo una vez por la semana con la misma cantidad de sal.