Una mala alimentación, el estrés, la vida sedentaria… pueden hacer que sufras problemas digestivos que, aunque sean pasajeros, no dejan de ser molestos.
¿Sabías que en las infusiones puedes encontrar grandes aliados para aliviarlos? Una taza de una buena tisana digestiva puede ser una auténtica fuente de salud.
Una infusión de anís verde le confiere propiedades carminativas, tonificantes del estómago y favorecedoras de la digestión. Para los niños y lactantes resulta muy eficaz en casos de gases o incluso diarrea.
La infusión de melisa es beneficiosa en caso que se coma deprisa. Tiene efectos calmantes en estómagos revueltos.
Después de una comida copiosa, la infusión de manzanilla amarga es digestiva al aumentar la producción de jugos gastrointestinales, favoreciendo las digestiones. También es aperitiva (abre el apetito) y eupéptica (elimina gases).
Si sufres estreñimiento la infusión de sen es beneficiosa en caso de estreñimiento crónico. Tiene propiedades laxantes.
El boldo es conocida como la planta del hígado, es un arbusto usado en infusiones para facilitar la digestión, tratamiento de la vesícula biliar y afecciones hepáticas.
La infusión de menta, regaliz y anís es ideal en caso de sufrir acidez de estómago, gastritis o úlceras